domingo, 10 de abril de 2011

Intolerancia a la fructosa

La intolerancia hereditaria a la fructosa es una rara, pero potencialmente letal enfermedad hereditaria recesiva del metabolismo de la fructosa causada principalmente por una mutación en los genes de la aldolasa B. El tratamiento normalmente supone una restricción de ingesta de fructosa en la dieta. Los estudios bioquímicos de la aldolasa B defectiva son la clave para comprender el mecanismo molecular básico de la enfermedad y proveer de herramientas necesarias para mejorar el tratamiento y el diagnóstico. Algunos estudios han revelado cambios en la actividad enzimática, estabilidad y oligomerización de la aldolasa B [1].

La aldolasa B es la principal enzima responsable del metabolismo hepático de la fructosa procedente de la dieta. Este azúcar se incorpora a la vía glicolítica en el hígado a través de la vía de la Fructosa 1-P. La aldolasa B cataliza la transformación de la Fructosa 1-P en dos triosas: gliceraldehido y DHAP. El efecto principal de este defecto enzimático es la acumulación de fosfato en F 1-P afectando a los procesos que dependen del ATP. Por otro lado el hecho en sí de acumular F 1-P parece ser tóxico [1].


La enfermedad puede resultar de varias mutaciones diferentes en los genes de la aldolasa B situados en el cromosoma 9q22.3. La mayoría son mutaciones puntuales (más del 50% es una transversión de guanina a citosina) que provoca la sustitución de prolina por alanina en la posición 149 que hace decrecer drásticamente la actividad catalítica, lo cual resulta en una incapacidad para metabolizar la fructosa, sacarosa y el sorbitol, de manera correcta, manifestando una toxicidad por dichos azúcares y pudiendo provocar daños severos al organismo (fuertes diarreas y dolor abdominal); comparte así, síntomas con otras formas hereditarias de intolerancia a la fructosa [1]. Otra forma de intolerancia a la fructosa hereditaria, es la incorrecta actividad del transportador de fructosa y otros azúcares, GLUT5 situado principalmente en el intestino, tejido adiposo, cerebro y músculo; provocando una incorrecta absorción de la fructosa y mostrando una sintomatología similar a la descrita anteriormente [2].

[1]The biochemical basis of hereditary fructose intolerance” Nadia Bouteldja & David J. Timson. Received: 4 August 2009 / Revised: 10 December 2009 / Accepted: 18 January 2010 / Published online: 17 February 2010. SSIEM and Springer 2010.

[2] Intestinal fructose transport and malabsorption in humans.” Jones HF, Butler RN, Brooks DA. Am J Physiol Gastrointest Liver Physiol. 2011 Feb;300(2):G202-6. Epub 2010 Dec 9.

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