domingo, 11 de diciembre de 2011

Biocombustibles V: percepciones generales en su consumo

Conscientes del cambio climático y del agotamiento progresivo de los combustibles fósiles, las percepciones, sobre los biocombustibles como alternativas energéticas reales, son muy variadas y discrepantes. 
Al principio, con la aparición y desarrollo de los biocombustibles de 1G, hubo una gran acogida y apoyo, dado que se presentaba como alternativa energética viable y ambientalmente sostenible. Todo ello condujo a un gran apoyo a nivel internacional. Los biocombustibles necesitan un petróleo caro y alimentos baratos para ser rentables. Mimados por los subsidios y la legislación de Europa y Estados Unidos, los biocombustibles se dispararon. Sin embargo, todo ello trajo consigo un gran problema. El desarrollo de los biocombustibles de 1G incidió directamente sobre la crisis alimentaria, aumentando los precios de los cereales y el hambre que acecha a millones de personas en todo el mundo. El hecho real es que, cuando se dispara la demanda por los biocombustibles de 1G, se incrementa el flujo de alimentos hacia la producción de bioetanol o biodiesel, encareciendo  el precio de los alimentos y reduciendo la tierra destinada al cultivo alimentario… Como alternativa se han desarrollado los biocombustibles de 2G, que buscan la producción a partir de materias primas que no constituyen alimentos. Estos serían residuos forestales o biomasa residual.
Por otro lado, aparecieron muchas voces discrepantes criticando los beneficios de los biocombustibles en cuanto al balance de CO2. En particular, Hartmut Michel, premio Nobel de Química en 1988, explica que para conseguir el combustible es necesario el uso de fertilizantes, maquinaria y una destilación que provocan que se acabe emitiendo más CO2 del que produce cualquier motor de gasolina en un coche. Los ecologistas apuntan a otros factores como la deforestación que causan las plantaciones. Sin embargo, la patronal española rebate todas las críticas. Manuel Bustos, de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), denuncia la "campaña de criminalización”, "lo fácil es criticar", añade. "La realidad es que los biocarburantes son la única alternativa disponible para empezar a sustituir al petróleo en el transporte, que produce el 25% de los gases de efecto invernadero. Y sobre su incidencia medioambiental no hay más que consultar los estudios de la Agencia Internacional de la Energía, la Comisión Europea o The White House National Economic Council, por citar sólo tres organismos”…
Todo ello ha disparado el desarrollo de los biocombustibles de 3G o avanzados, que utilizan métodos de producción similares pero mediante cultivos específicamente diseñados o «adaptados» (a menudo por medio de técnicas de biología molecular) para mejorar la conversión de biomasa a biocombustible. Así se han desarrollado árboles «bajos en lignina», que reducen los costes de preproceso y mejoran la producción de etanol, o el maíz con celulasas integradas. Y, en particular, el proyecto con microalgas.

Las microalgas tienen grandes ventajas como la facilidad de crecimiento, menos consumo de recursos o la alta eficiencia en la mitigación de CO2. Básicamente, consistiría en la producción de grasas con microalgas genéticamente modificadas (mucho más eficientes y con un metabolismo modificado en función de nuestros intereses), que luego serían transformadas en biodiesel por transesterificación. Aunque la tecnología está en las primeras etapas de desarrollo, la Comisión Europea apoyó en 2010 tres iniciativas para convertir el biocombustible de microalgas en una realidad comercial. Sin embargo, existen ciertas barreras que se plantean como retos a superar, para la viabilidad de los biocombustibles procedentes de microalgas:

-Barreras tecnológicas: referentes a cultivo de algas a nivel industrial, extracción de aceite y transesterificación de las grasas. Que implicarían cambios significativos en la fisiología de las microalgas.

-Barreras económicas: la recolección y cultivo de microalgas es caro debido a los requisitos de energéticos y el costo de capital involucrado. Así, el costo de un litro de biocombustibles de microalgas en realmente alto en comparación con el coste de la gasolina, el diesel o los biocombustibles de primera generación. En España, la baja demanda, el alto coste del material crudo y el biodiesel más barato procedente de EEUU influyen negativamente en el desarrollo de los biocombustibles avanzados. Para hacer más rentable la producción de biodiesel por medio de microalgas, se está subrayando la necesidad de comercializar algunos subproductos de alto valor añadido procedentes de la producción del biocombustible.

-Barreras medioambientales: de momento el ratio entre la energía generada/energía consumida en la producción es todavía menor del esperado, por lo que se requieren cambios para incrementar la sostenibilidad.

-Barreras socio-políticas: la aparición de los biocombustibles procedentes de microalgas no están teniendo una atención particularmente elevada. Todavía no está claro si este nuevo biocombustible superará el uso de la tierra, la seguridad en los precios de los alimentos o la pérdida de tierras de cultivo.

Como alternativa viable, los biocombustibles se han ido produciendo en diferentes países. Es importante señalar que mucha de la viabilidad de los biocombustibles depende directamente del coste de las materias primas por lo que hay ciertas áreas ligadas muy propicias a su desarrollo. Así, los principales productores de bioetanol como combustible son Brasil, Estados Unidos y Canadá.
Brasil lo produce a partir de la caña de azúcar y lo emplea como “hidro-alcohol” (95% etanol) o como aditivo de la gasolina (24% de etanol). El etanol derivado de la caña de azúcar proveniente de la región centro-sur de Brasil es el biocombustible más económico, ya que comienza a ser financieramente rentable cuando el precio del petróleo supera los 35 dólares el barril.
En Europa, Argentina y Estados Unidos ha surgido diversa normativa que exige a los proveedores mezclar biocombustibles hasta un nivel determinado. Generalmente los biocombustibles se mezclan con otros combustibles en cantidades que varían del 5 al 10%.

2 comentarios:

  1. Hola Víctor, me ha gustado mucho tu blog, desconocía tantos biocombustibles, y tantos detalles sobre ellos. Le das un enfoque muy interesante a este tema tan amplio de la cienca, felicidades. Te he dado 5*.

    Participo en la categoría "Tu ciudad" con un blog de Madrid, por si te apetece visitarlo: http://lablogoteca.20minutos.es/conocer-madrid-27523/0/

    Felices Fiestas, un saludo.

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  2. Muchas gracias. Le echaré seguro un vistazo.

    Un saludo y gracias por la visita.

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