Las enfermedades metabólicas hereditarias (EMH) se engloban dentro de las enfermedades
genéticas raras con peligro de muerte y/o invalidez crónica. Pertenecen a un
subgrupo de enfermedades raras con una prevalencia menor de 5 casos cada 10.000
habitantes (1 cada 2000).
Individualmente presentan una incidencia baja, sin embargo, en conjunto
presentan una incidencia de 1 cada 2500.
Están generadas por deficiencias en las enzimas que participan en
determinadas rutas metabólicas, generando serios problemas, frecuentemente, en
diferentes sistemas anatómicos. En un 70% de las patologías suelen estar
afectado el sistema nervioso central.
Un poco de historia…
En 1908, Garrod observó que la orina de un grupo de ratones enfermo de
alcaptonuria era de un color negruzco. Al analizar la orina pudo comprobar que
presentaba altos niveles de ácido homogentísico, sustancia que en contacto con
el aire ennegrecía la orina. Concluyó que el ácido homogentísico del ratón
enfermo era incapaz de transformarse en ácido maleilacetoacético, por lo que
aumentaba y era liberado por la orina, por lo que debía fallar la enzima
responsable de realizar dicha transformación química… Además estudió la alcaptonuria como primer
ejemplo de enfermedad humana con un patrón de transmisión hereditario.
En 1949, Pauling observó que en los glóbulos rojos de enfermos con
anemia falciforme, la hemoglobina migraba de forma diferente por electroforesis
respecto a la hemoglobina de los glóbulos rojos de individuos no enfermos. En
1956, Igram secuenció la hemoglobina de individuos enfermos y de individuos no
enfermos, y observó que eran diferentes en tan sólo un aminoácido, había un
cambio de una valina por un glutamato… por lo que ese cambio debía ser
responsable de generar el fenotipo de enfermedad…
En 1969, Víctor McKusick anunciaba que los factores genéticos estaban
implicados en enfermedad…
Así, se concluyó que las enfermedades metabólicas hereditarias son
enfermedades monogénicas o mendelianas mayoritariamente autosómicas recesivas.
Algunas enfermedades metabólicas hereditarias son:
-Autosómica dominante: hipercolesterolemia familiar, enfermedad de
Huntington, síndrome de Marfan…
-Autosómica recesiva: acidemia metilmalónica, fenilcetonuria, enfermedad
de Tay-Sachs, fibrosis quística, galactosemia…
-Ligadas al cromosoma X: adrenoleucodistrofia, distrofia muscular de
Duchenne, síndrome de Hunter, síndrome de Lesch-Nyhan…
Las EMH suponen una manifestación clínica provocada por una alteración
normal de un flujo metabólico. Así, la enfermedad es debida a la inhabilidad de
la célula para romper un determinado metabolito (que alcanza niveles tóxicos)
y/o no puede generar un sustrato necesario para las funciones celulares
normales.
El flujo de una ruta metabólica depende de 4 factores interrelacionados:
la información genética, la transcripción, la traducción y el ambiente.
Realmente supone un equilibrio dinámico que asegure el mantenimiento de las
concentraciones adecuadas de metabolitos para el sistema biológico.
Clasificación:
-Categoría 1: patologías que afectan
a un solo sistema anatómico. En general con síntomas muy uniformes.
-Categoría 2: patologías que afectan a más de un sistema anatómico. Son
de naturaleza muy variada, tienen multitud de síntomas y a menudo implican al
SNC. A su vez, existen diferentes tipos:
Tipo 1: afectan a la síntesis y/o catabolismo de
moléculas complejas. No dependen de la dieta. Presentan síntomas permanentes, y
progresivos. Suelen presentar dismorfías. Por ejemplo: defectos en la
glicosilación de proteínas.
Tipo 2: afectan al metabolismo intermediario que
provocan intoxicación aguda o progresiva por acumulación de compuestos tóxicos.
Los síntomas suelen ser comunes, incluyen intervalos libres de síntomas. Por
ejemplo: acidurias orgánicas.
Tipo 3: afectan
al metabolismo energético. Suelen presentar síntomas comunes de hipoglucemia,
hipotonía, miopatía y cardiomiopatía. Por ejemplo: defectos de la β-oxidación
de ácidos grasos.
Para el diagnóstico de este grupo de enfermedades, existe un diagnóstico
precoz o preventivo y un diagnóstico selectivo, que incluyen perfil metabólico,
diagnóstico enzimático y diagnóstico genético. Los cinco niveles de diagnóstico
de las EMH son:
Nivel I: historia familiar y sintomatología
clínica.
Nivel II: pruebas bioquímicas y clínicas.
Nivel III: cuantificación de metabolitos
específicos.
Nivel IV: confirmación del defecto enzimático.
Nivel V: análisis genómico: medicina molecular.
Las terapias más frecuentes de las EMHs son el tratamiento dietético,
con la administración o restricción del sustrato. También se desarrollan
trasplantes de órganos. Actualmente se está investigando la terapia enzimática
o el suplemento del cofactor.
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