Después de analizar los
aspectos de localización celular y composición química que influyen en la
arquitectura de las proteínas debemos analizar la influencia del término
termodinámico.
Una vez sintetizada en
el ribosoma, cualquier proteína podrá ejercer su función biológica sólo si es
capaz de adoptar una conformación definida, específica y relativamente estable
(el estado nativo N), a partir de un conjunto de muchas conformaciones
rápidamente interconvertibles que no presentan interacciones intramoleculares
bien establecidas y que llamaremos estado desnaturalizado (U).
El plegamiento de una
proteína es, en la mayoría de los casos, un proceso termodinámicamente controlado
(aunque pueden existir trampas cinéticas), de modo que el estado nativo,
biológicamente activo, suele ser (aunque no siempre) el de mínima energía libre
en condiciones fisiológicas. El plegamiento (de U a N) por lo tanto tiene un
incremento de la energía libre de Gibbs negativo, es un proceso espontáneo.
El estado plegado o
nativo, N, de una proteína globular soluble típica se caracteriza por un
elevado grado de compacidad, la existencia de un núcleo hidrofóbico y una
superficie hidrofílica, y una conformación única bien definida (o conjunto de
conformaciones muy similares entre sí), con interacciones entre sus residuos
aminoacídicos. La reacción de plegamiento implica la adquisición de todas estas
características a partir de las propias del estado desnaturalizado.
El estado desplegado,
U, de una proteína corresponde al denominado ovillo estadístico (random coil).
En este estado, las moléculas no presentan interacciones estables entre sus
residuos aminoacídicos, y fluctúan entre diversas conformaciones posibles.
Vamos a estudiar unos
por uno los términos que contribuyen a la variación negativa de la energía
libre de Gibbs del paso de estado desplegado (U) a estado plegado (N).
ΔG (n-u)= ΔH (n-u) - T·ΔS(n-u)
ΔH proteína: en el
estado nativo aumentan las interacciones entálpicas, favorece la forma plegada,
luego este término favorece el estado N.
ΔS proteína: al pasar
del estado U a N su grado de desorden disminuye, en el estado N hay sólo una
conformación (o un conjunto minúsculo de conformaciones) mientras que en el
estado U existen millones de conformaciones diferentes. Esto desfavorece el
plegamiento, es decir favorece el equilibrio hacia la forma U.
ΔS agua: hay que tener
en cuenta el efecto hidrofóbico, en el estado N las moléculas de agua están más
desordenadas que en U. En N los grupos apolares de las proteínas se unen entre
sí y se esconden del contacto con el agua, de forma que las moléculas adquieren
más conformaciones, por lo tanto se favorece el estado N.
Por lo tanto para
conseguir una proteína plegada ΔH proteína y ΔS agua tienen que vencer a ΔS
proteína.
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